La escuela de METI Rudrapur en Bangladesh es uno de los grandes proyectos del mundo islámico. La escuela es un magnífico edificio que fue construido a mano por artesanos locales, alumnos y profesores que trabajaron en conjunto con voluntarios europeos. El resultado del proyecto es un edificio con identidad tradicional, que abraza la modernidad en forma y fin.
Los diseñadores son Anna Heringer y Eike Roaswag, quienes desarrollaron el concepto de considerar para su construcción, la cultura local, además de aspectos económicos y ecológicos. La escuela se basa en la construcción regional, mezclando el bambú y los materiales locales típicamente utilizados en construcción, considerándose además que la región esta densamente poblada.
Los diseños mejorados incorporan bambú al sistema estructural y de anclaje, consiguiéndose una excelente resistencia y durabilidad de la estructura final. Los estudiantes contribuyeron a partir los gruesos muros que mantienen sus aulas, permitiendo entrar a la luz natural y la ventilación.
Todos los días los estudiantes de la escuela dejan sus zapatos distribuidos a lo largo de un amplio balcón y entran a la estructura construida por ellos mismos, dando lo mejor de sí.
Como pueden ver en las fotografías, las salas son muy sencillas y minimalistas, decoradas apenas con unos coloridos cojines que usan los niños en sus clases, mas las cortinas, largas y también de colores vivos. La obra final luce esplendida, muy rustica, simple y tradicional, casi como si se tratara de una casa de veraneo, con entradas de luz, puertas coloridas y pasillos anchos donde perfectamente podrían haber literas o hamacas para recostarse por las tardes y en la noche a mirar las estrellas.
Vía: wayfaring