Por otra parte, pareciera que hasta que la depresión económica no ha querido afectar totalmente, la economía de Bangladesh está creciendo a un ritmo no muy por detrás de la India, que atribuye a una Rahman el desarrollo de la cultura del espíritu empresarial y una floreciente industria del vestido.
De hecho, en 2007, unos 30 años después que el ex Secretario de Estado Henry Kissinger declaró a Bangladesh «un caso perdido», el Banco Mundial prevé que Bangladesh podría unirse a las filas de los países de renta media dentro de dos décadas.
«Lo que veo es un país que ha hecho espectacularmente todo bien, levantando y dando la cara, a pesar de tener muy pocas ventajas,» expresó Rahman. «Bangladesh no ha tenido un montón de cosas que hubieran querido que se le entregaran en bandeja».
Añadido Rabab Fátima, representante de la Organización Internacional para las Migraciones en el sur de Asia, «Este país es un verdadero milagro, tengo que decirlo».
«Es totalmente impulsado por la gente. A pesar de todas las posibilidades naturales, a pesar de la mala política y mal gobierno, la gente no muere de hambre por aquí. El país es casi auto-suficiente en la producción de arroz.
Y para el tamaño de este país, que es un pequeño país, da alimentación para 150 millones de personas – que en sí es un milagro», afirma Fátima.
Ahora los dirigentes del país están esperando para poner en marcha otro milagro: la supervivencia a las más grandes combinaciones de los desastres naturales que los cielos puedan llover sobre sobre ellos.